El reconocido cantante de narcocorridos, Gerardo Ortiz, se declaró culpable de haber violado la Ley Kingpin de Estados Unidos, la cual permite al gobierno imponer sanciones a personas vinculadas con el tráfico internacional de drogas.
Ortiz admitió haber trabajado junto al promotor Ángel del Villar en al menos seis conciertos, en los cuales aparentemente se llevó a cabo lavado de dinero para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Gerardo Ortiz no fue en calidad de acusado a la audiencia, sino más bien como testigo clave en contra de Ángel del Villar quien es él acusado realmente por realizar conciertos para el lavado de dinero, presuntamente.
Este caso refuerza los esfuerzos de las autoridades estadounidenses por desmantelar redes de financiamiento del narcotráfico a través de la industria musical.
